El sueño del Libertador Simón Bolívar se
inició un 17 de diciembre
y terminó con su muerte en la ciudad de Santa Marta
Igor García
Colombia
nació en 1819 y fuimos colombianos hasta 1830. Francisco de Miranda creó el
término en las postrimerías del siglo XVIII para dar nombre a una gran nación
americana que naciera en la margen sur del río Misisipi y cerrara sus fronteras
en el Cabo de Hornos de la Argentina. Simón Bolívar la fue formando poco a poco
hasta el día de su muerte.
Esa
Colombia de Bolívar nació el 17 de diciembre y se fue con él el mismo día, pero
en 1830. Quito y Guayaquil pasaron a llamarse Ecuador, Cundinamarca se
transformó de nuevo en Nueva Granada y Venezuela se cerró en los límites de su
capitanía general manteniendo su nombre de antaño.
Los
historiadores crearon entonces la Gran Colombia. Era una frase que hacía
referencia a la nación creada por el Padre de la Patria y la diferenciaba de la
que, a partir de 1886, pasó a llamarse República de Colombia.
El
sueño del Precursor
En
1781, cuando el entonces capitán Sebastián Francisco de Miranda se encontraba
en el sitio de Pensacola, contribuyendo a la libertad de Estados Unidos de
Norteamérica, se imaginó a un continente totalmente libre, donde el idioma
español fuese la lengua oficial y se viviera en un sistema político similar al
inglés, donde el rey o soberano fuese un Inca u originario de estas tierras.
Fue tal
su pasión por la creación de esta Patria libre que bautizó a su biblioteca con
el nombre de Colombeia y creó un periódico en 1810 al cual llamó El
Colombiano, cuya distribución se realizó entre los meses de marzo y mayo
del año mencionado.
La
Colombia de Bolívar
Es
posible que Simón Bolívar, al viajar a Londres como embajador plenipotenciario
del Gobierno que acababa de nacer en Caracas el 19 de abril de 1810, se
empapara de las ideas mirandinas y se atreviera a publicar en el Morning
Chronicle, edición del 5 de septiembre de 1810, la idea de crear una
federación de naciones americanas.
La idea
de Miranda estaba en el ambiente revolucionario de los venezolanos que llegaron
en 1813 desde oriente y occidente para liberar al país del yugo que mantenían
los canarios bajo los auspicios de Domingo de Monteverde, quien había dado al
traste con la Primera República.
La
correspondencia oficial de Santiago Mariño, libertador de oriente, tenía una
coletilla donde se afirmaba que ese era el año primero de la fundación de
Colombia y Bolívar. En una carta a este
general del 16 de diciembre de 1813, le asegura que: “...Apenas Venezuela unida con la Nueva Granada podría formar una nación,
que inspire a las otras la decorosa consideración que le es debida. ¿Y podremos
pretender dividirla en dos? Nuestra seguridad y la reputación del gobierno
independiente nos imponen al contrario el deber de hacer un cuerpo de nación
con la Nueva Granada. Este es el voto ahora de los venezolanos y granadinos, y
en solicitud de esta unión tan interesante a ambas regiones, los valientes
hijos de la Nueva Granada han venido a libertar a Venezuela”.
En su
discurso de Angostura, el Libertador refiere: “La reunión de Nueva Granada y Venezuela en un grande Estado ha sido el
voto uniforme de los pueblos y gobiernos de estas Repúblicas. La suerte de la
guerra ha verificado este enlace tan anhelado por todos los colombianos; de
hecho estamos incorporados. Estos pueblos hermanos ya os han confiado sus
intereses, sus derechos, sus destinos”.
Aunque
todavía no se había concretado la unión, Bolívar ya la vislumbraba, tal y como
sucedió meses más tarde cuando el 17 de diciembre de ese mismo año el soberano
Congreso de Angostura, considerando “1º.
Que unidas en una sola República las Provincias de Venezuela y de la Nueva
Granada tienen todas las proporciones y medios de elevarse al más alto grado de
poder y prosperidad”. decreta en su primer artículo: “Las Repúblicas de
Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas en una sola, bajo
el título glorioso de la República de Colombia”.
En el
caso de Quito se presentó la oportunidad de anexarlas al territorio colombiano
por decisión de los hombres notables de Cuenca y de Quito, luego de que el
venezolano Antonio José de Sucre derrotara a las fuerzas españolas en las
faldas del volcán Pichincha.
Sucre
había realizado el trabajo diplomático para ganarse a Joaquín de Olmedo y a
esos territorios de Cuenca y Quito, que ya el libertador veía como parte de la
Colombia que formaba, según consta en el Artículo quinto de la ley Fundamental
de la República de Colombia: “La República de Colombia se dividirá en tres
grandes Departamentos: Venezuela, Quito y Cundinamarca...”.
Con
respecto a Guayaquil, la situación fue diferente. Los notables de Guayaquil
pensaban unirse al Perú, donde José de San Martín había llegado con el
calificativo de “Protector”.
Para
evitar que esto ocurriera adelantó sus tropas hasta la ciudad y se presentó él
mismo, poco tiempo antes de la llegada de San Martín, quien estaba informado de
la decisión de sus habitantes para anexar la ciudad al Perú.
Bolívar
llegó primero y se presentó a San Martín como anfitrión de su visita a tierra
colombiana y luego de una entrevista entre ambos libertadores, el argentino
decidió regresar a Lima, no sin antes reconocer la autoridad de Bolívar para
realizar la total liberación del territorio que quedaba en manos de las tropas
españolas.
Para
que no quedara dudas de su intención, el Libertador dictó un bando de guerra el
13 de julio de 1822, firmado por el general Bartolomé Salom, cuyo primer
artículo aseguraba: “S.E. el Libertador ha tomado la ciudad y Provincia de
Guayaquil bajo la protección de Colombia”.
Una
nación en crecimiento
Panamá
se unió a Colombia voluntariamente el 9 de febrero del año 1822, luego de
declararse libres bajo el mandato del coronel José de Fábrega.
Este
oficial era el comandante de las tropas españolas acantonadas en el istmo y,
siendo americano, se decidió por la independencia, solicitando de inmediato su
anexión a Colombia lo cual fue aprobado sin dilación.
Los
triunfos de la revolución independentista en Suramérica corrieron por todos los
contornos del continente alentando a sus habitantes para sumarse a ella, tal y
como sucedió en la Haití Española, hoy llamada República Dominicana, cuya parte
francesa había sido la segunda región en declararse libre en este continente
del yugo del viejo continente.
José
Núñez de Cáceres, hombre ilustrado de la isla, funda el Estado independiente de
Haití y enarbola la bandera de Colombia el 1° de diciembre de 1821, solicitando
su inclusión en carta a Simón Bolívar.
Esa
unión no pudo realizarse porque fue invadida tres meses después por el
presidente haitiano Jean Pier Boyer, quien, en combinación con José Antonio de
Silva, planificó unir el territorio de esa isla y decretar la liberación de
todos los esclavos, tal y como había sucedido en su país en el año 1804.
La
separación
La
separación de Venezuela de Colombia era un hecho que ya Bolívar había
vislumbrado en 1829, según lo comprueban varios documentos. Uno de ellos fue la
carta que escribió a su amigo y colaborador Daniel Florencio O´Leary, en la
cual analiza la unión de estos países.
“Todos
sabemos que la reunión de la Nueva Granada y Venezuela existe ligada únicamente
por mi autoridad, la cual debe faltar ahora o luego, cuando quiera la
providencia o los hombres… por lo que toca a la prudencia precaverse para cuando llegue ese término. Muerto yo
¿qué bien haría a esta república? Entonces
se conocería la utilidad de haber anticipado la separación de esas dos
secciones durante mi vida”, aseguró en
dicha misiva.
En
Venezuela se inició por un movimiento, en 1826, denominado La Cosiata, cuyas
primeras miras estaban orientadas a la separación. Páez, rodeado de un grupo de
venezolanos desafectos a la capital colombiana lo apoyaron para que se
declarara en rebeldía, lo que obligó a Bolívar a presentarse en Venezuela
ratificando los cargos civiles y militares del caudillo llanero.
En 1829
se realizaron dos asambleas populares
para llevar ideas al Congreso Admirable a realizarse en enero de 1830, las
cuales se transformaron en el germen que culminaría con la separación el 6 de
mayo de 1830 y el extrañamiento del Libertador de Venezuela.
En
Ecuador, cuando se conoció los movimientos de separación de Venezuela se gestó
un movimiento similar que también finalizó con la unión el 13 de mayo de ese
mismo año. Juan José Flores, venezolano, de Puerto Cabello, fue quien lideró la
ruptura asumiendo la presidencia de la nueva república del Ecuador.
José
Domingo Espinar, antiguo secretario de Bolívar, declaró la independencia de
Panamá al no estar de acuerdo con la renuncia del Presidente ni con la
separación de Venezuela, enviándole una invitación al Libertador para lograr de
nuevo la unión. Bolívar le recomendó que restituyera Panamá a Colombia y así lo decidió Espinar finalmente.
El
territorio de Colombia pasó a llamarse República de Nueva Granada, una vez que
la Convención Constitucional se reuniera
el 15 de octubre de 1831 para decidir y estimar guardar el nombre de Colombia
para una oportunidad futura donde se consolidara la unión.

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