José Caridad
González tiene una actuación de doble lectura en la historia venezolana. Por
una parte se le conoce como el esclavo liberado que contribuyó con José
Leonardo Chirino, en su revuelta de Coro, y por la otra, como el negro liberto
que se presentó ante las autoridades para combatirlo con sus milicianos.
La
historiografía recoge que González era, en verdad, un esclavo africano que
llegó a Curazao en un barco negrero. Su inteligencia natural lo llevó a
aprender el francés, el español y el
patuá, transformándose en líder de los negros huidos de la esclavitud.
Por aquel
entonces las leyes españolas establecían que cualquier esclavo que, huyendo de
su condición, pisara el territorio de
costa firme, ganaba su libertad y su derecho a permanecer en estas tierras.
González
viajó de polizón en una nave mercante y se acogió al derecho español reclamando
su libertad. Inmediatamente tomó las riendas de la gran cantidad de libertos, a
quienes representó en España solicitando las tierras de la Macuquita para su
explotación, lo cual les fue concedido.
Igualmente
tuvo la oportunidad de viajar por el Caribe, de permanecer en Haití por un
tiempo y de organizar una milicia de negros libertos en Coro, de la cual era su
capitán o comandante.
Se cree que
en varias oportunidades estuvo en La Guaira y Caracas, donde obtenía
información sobre las condiciones en las cuales se encontraban estas
poblaciones.
Quienes han
investigado sobre la rebelión de Chirino concuerdan en que González no tuvo
participación en esta rebelión. Sin embargo, el presentarse el 12 de mayo, con
varios de sus compañeros milicianos, ante las autoridades, fue apresado y luego
muerto, acusado de querer escapar de sus captores.

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